El género Indie es quizás uno de los que más ha evolucionado durante el siglo XXI, en un principio se caracterizó -en grandes rasgos- por agrupar a las bandas que trabajaban con discográficas independientes y que además, su sonido no parecía obedecer lo que la moda dictaba, por lo que su estilo no estuvo categorizado rigurosamente. Por otra parte, debido a que no cuentan con una gran casa productora, su promoción suele hacerse (sobre todo en la actualidad) a través de redes sociales y las plataformas digitales y de streaming.
Dentro de las bandas Indies más conocidas -y que seguro has escuchado alguna vez- encontramos nombres como Artic Monkeys, The Killers o los mismísimos Strokes, aunque para esta nueva sección «Indie Folk«, queremos hablar de todas esas bandas o solistas que no están bajo el gran reflector y que cuentan con una calidad impresionante.
Aquí vamos.
En el 2006, en la ciudad de Baltimore, Maryland, Estados Unidos, nace una banda conformada por dos (sí, sólo dos) integrantes: Andy Stack y Jenn Wasner, caracterizada por un sonido impetuoso que incluía desde el noice hasta el dream pop. Wasner canta como voz principal, toca la guitarra eléctrica o acústica y los sintetizadores, mientras que Stack toca la batería y los teclados, tocando la batería con sus pies y mano derecha, y la línea de bajo con la mano izquierda…. en 2006 nace Wye Oak.
Foto por Carolyn Lederach.
En sus inicios, la banda solía llamarse Monarch, aunque tiempo después decidieron cambiar su nombre a Wye Oak, una clara referencia al árbol de roble que es símbolo del Estado de Maryland. En 2007 publicaron su primer disco bajo el titulo de «If children», después de varias presentaciones lograron firmar con Merge Records en 2008, y entonces deciden re-estrenar «If Children».
Sin duda, el estilo del disco es algo que se encuentra en peligro de extinción, nos transportan a finales de los 90’s donde su sonido seguro hubiese sido un boom. Pero en 2008, nos hizo tintinear en la nostalgia, resultó refrescante ver como usaban la franqueza de sus letras para distinguirse de todo lo que figuraban en la escena Indie en ese momento; LCD Soundsystem, Animal Collective, etc.
Para 2009, Wasner ya contaba con una voz mucho más expresiva y madura, y lanzan su segundo álbum «The Knot» con canciones maravillosas y con grandes armonías, como las de la sección de cuerdas de «I Want For Nothing». En todo el disco encontramos una constante: la simpleza de sus sonidos vibrantes y quejumbrosos. Los coros impecables. Sonidos distorsionados y reverberantes que no ruedan uno sobre el otro, sino que se tienen sus propios espacios individuales.
My Neighbor / My Creator sale a la luz en el 2011 a manera de EP, y son 5 tracks los constituyen esta nueva entrega. Por primera vez escuchamos instrumentos de viento, un poco de saxofón y hasta un organo. Y nos sorprende cómo incluyeron algo de hip-hop en el último track «What I do», que es una nueva versión de la que ya habíamos escuchado en The Knot.
Fue en 2011 cuando dan a la luz su nuevo material «Civilian», el cual estalla en los oídos como fuegos artificiales. Éste sería hasta ahora el disco más reconocido del duo, debido a la aparición de su sencillo homónimo en la famosa serie televisiva para AMC: The Walking Dead. Con esto lograron llegar a «The Tonight Show» y a los supervisores de música de Hollywood. En una entrevista para The Onion’s AV Club, la vocalista relata: «la forma en que tocamos en vivo se basa en descansos; momentos ruidosos y silenciosos, saltos enormes en el volumen y distorsión. En ocasiones es muy importante explotar con grandes cantidades de volumen . Ya sea por un impulso creativo, o simplemente, es como decir: ‘¡Hola a todos, miren aquí!’ .
Sintetizadores y una voz potente, creo que esa es una manera en la que podríamos resumir «Shriek», material lanzado en el 2014. A pesar de las comparaciones con la cantante Vérité, el sonido funky de este álbum sólo nos dejó extrañando sus guitarras quejumbrosas las cuales desaparecen casi por completo en este material.
Dos años después, en 2016, reaparecen con el disco «Tween», el cual es una recopilación de canciones que quedaron fuera de sus otras producciones. Son 8 tomas extraídas del periodo de transición entre Civilian y el synth-pop de Shriek. Catalogado por los artistas como un «mini-álbum» confunde a la mayoría de los oyentes por el término, pero el contenido cumple, sorprende y propone.
Por último llega «The Louder I Call, The Faster It Runs» en el 2018. Este disco fue grabado en las dos ciudades de residencia de ambos artistas, siento un punto de inflexión para la banda: evolucionar o morir. La sucesión de compases del sintetizador nos proporcionan ese tejido conectivo entre el cronometraje de la máquina de Stack y la gran variedad de melodías de Wasner.
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