Hay bandas con un legado musical tan grande, que aún décadas después de su última producción siguen siendo una gran influencia para jóvenes talentosos -y otros no tanto, pero que le echan ganitas al tocar- que buscan lograr ese mismo impacto, tomando como base la forma de tocar, el estilo, las letras o incluso la forma de cantar o vestirse de sus ídolos.
Greta Van Fleet se formó en Frankenmuth, Michigan, Estados Unidos, hace tan solo 7 años y está compuesta por los gemelos Josh Kiszka en las vocales, Jake Kiszka en la guitarra, su también hermano Sam Kiszka como bajista y el «foráneo» Danny Wagner tocando la batería.
Antes de iniciar con la banda, Josh ni siquiera consideraba perseguir una carrera como músico, ya que tenía otra gran cantidad de intereses como actuar, escribir libros o guiones de cine, incluso ser comediante, pero más que nada, su interés principal estaba en ser cineasta. Pero finalmente la música fue más poderosa, por lo que el hecho de que su padre fuera músico y todo el tiempo estuvieran escuchando él y sus hermanos blues o música folk, hizo que se sintiera natural el decidirse a recorrer ese camino y crear música utilizando esos géneros como base.
El nombre de la banda, tan fuera de lo común, surgió de una interesante anécdota, la cual Josh cuenta de la siguiente manera:
Tuvimos que encontrar el nombre de la banda un día antes de uno de los shows que estábamos haciendo. Nuestro baterista anterior, el baterista original que tuvimos durante aproximadamente un año, había ido a almorzar con su abuelo y este lo iba a dejar aquí para que pudiéramos ensayar. Llegando comentó: “Mi abuelo dijo que tenía que ir a cortar leña para Gretna Van Fleet. Creo que podría ser un nombre genial». Así que sacamos la «n» porque sería más fácil. Con eso nos quedamos. Debido a que ella vive en la ciudad, nosotros tocábamos festivales en el centro de Fischer Hall y había gente llamando a Gretna preguntando si estaba tocando. Ella solía ser baterista en una banda de polka. Una vez salieron ella y su esposo a escucharnos y nos dieron su bendición.
Entrevista a Josh Kiszka para el Huffpost 28/04/2017
En cuanto a sus influencias, además del claro estilo Led Zepellinezco con origen en el rock-blues-folk, tratan de mantener sus mentes abiertas para escuchar sonidos de diferentes fuentes y géneros, como Wilson Pickett, Joe Cocker, Sam & Dave, John Denver, Demis Roussos, música africana o andina, el sitar y música tradicional india de Ravi Shankar o incluso música de los nativos americanos.
Todo lo anterior trataron de plasmarlo en su primer trabajo de estudio bajo el nombre de «Anthem of the Peaceful Army», lanzado en octubre del 2018 después de haber dado a conocer un par de EP’s titulados «Black Smoke Rising» y «From the Fires», contando como primer sencillo el track «When the Curtain Falls». Sin embargo, antes de estas grabaciones, fueron logrando reconocimiento gracias a la publicación de los sencillos «Safari Song» y «Highway Tune», la cual podemos escuchar a continuación:
«Anthem of the Peaceful Army» logró ser el disco más vendido en Estados Unidos durante su semana debut y aparecer como número 3 en la lista de Billboard 200 en este mismo lapso.
Este disco fue grabado en los Blackbird Studios en Nashville, Tennessee, bajo el sello Republic y producido por Marlon Young, Al Sutton y Hershchel Boone. Aunque la banda ya tenía una gran cantidad de canciones creadas durante sus años de estar de gira, decidieron sentarse a crear música nueva en las dos semanas que estuvieron dentro del estudio, por lo que el álbum contiene en su mayoría música creada a través de esas sesiones.
El éxito de Greta Van Fleet ha alcanzado ambos lados del charco, ya que tanto en Estados Unidos, como en el Reino Unido, ha tenido una gran aceptación del público y reseñas muy positivas por parte de la prensa especializada. Ellos están conscientes de este éxito y su impacto en un mercado plagado de sonidos muy diferentes a lo que conocemos por rock, aún más si los catalogamos dentro de un rock clásico, compuesto por una voz rasposa y potente -muy al estilo de Robert Plant-, guitarras con fuertes influencias de John Lee Hooker, Eric Clapton o Keith Richards, un bajo que el mismo Sam Kiszka reconoce basarse en el estilo de James Jamerson y una batería muy efectiva con un carácter que recuerda al de John Bonham o Mitch Mitchell.
Todo parece indicar que estamos ante una nueva ola de rock, que llega de la mano de sonidos clásicos -que igual deben evolucionar hacia su propio estilo- a hacerse un lugar en los oídos del público joven y que espero, sea el inicio de una brillante etapa del Rock, como John Kiszka declara:
Nos hemos dado cuenta de que lo que estamos haciendo aquí es significativo. Tal vez estamos introduciendo una nueva generación de rock’n’roll. Algo de lo que antes no parecía estar convencido que fuera el caso.
Entrevista a Josh Kiszka para el Classic Rock 08/02/2019
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