¡Qué tal amigos! Siguiendo la línea de rockeros mexicanos por aquello del mes patrio, toca turno a una mujer que, aunque murió hace unos años, dejo huella como vocalista de Santa Sabina. Entre sus otras habilidades artísticas, actuó en telenovelas, conducía programas en tv y de pilón fue directora del coro de la Universidad del Claustro de Sor Juana. Hoy hablaremos de Rita Guerrero.
Rita nace en Guadalajara, Jalisco un 22 de mayo de 1964 (muere el 11 de marzo de 2011). De su padre aprendió el gusto por la música ya que él era trompetista, se dice que el carácter lo heredó de su madre.
Siendo muy joven estudió en el taller de música infantil del departamento de Bellas Artes de la Universidad de Guadalajara, para luego tomar clases de piano. Ya más grandecita, se fue a la Ciudad de México para estudiar teatro en la Universidad Autónoma de México (UNAM), donde estudió actuación y es aquí, donde conoce a un grupo experimental de jazzcistas llamados Los Psicotrópicos y se integra como cantante para completar el grupo integrado por Poncho Figueroa, Pablo Valero y Jacobo Lieberman. Cuando se separaron como Los Psicotrópicos fueron dando una mejor idea de lo que querían para un futuro, es entonces que surge Santa Sabina.
Teniendo la alineación lista, ahora tenían que definir su estilo musical, escribían letras y componían música sobre temas obscuros, de los que nadie hablaba por esas épocas. Cuando Rita subía al escenario colocaba ofrendas florales, aunado a los juegos de luces, su voz mágica y talento natural, es cuando la banda destacaba por completo.
Santa Sabina hizo el soundtrack para una película, Ciudad de Ciegos y eso fue su carta de presentación para que grabasen su primer disco homónimo, bajo la producción de Alejandro Marcovich en 1992 y del cual se desprende su exitazo, “Azul Casi Morado”.
Tras el éxito producido por la banda, lanzaron su segundo disco llamado Símbolos, de 1994 que los llevó a participar en la programación de videos de MTV y realizar un Unplugged.
El rock que imprimió Rita a la banda mezclaba influencias de Jazz y góticas, su personalidad de bruja y voz peculiar consolidaron a la banda como uno de los íconos del rock nacional.
Unos años después, para 2003 grabaron su tercer disco llamado Espiral, la banda sufrió cambios en sus integrantes, pero Rita continuaba al frente de la banda. Un año después se separan definitivamente y Rita se dedicó a otras labores de diferentes índoles.
Para 2010 los integrantes originales se reunieron para apoyar a Rita porque sufría de cáncer de mama, desgraciadamente un mal tratamiento y una enfermedad agresiva se llevó a la tumba a una de las mejores voces del rock femenino mexicano.
Bueno, hasta aquí le dejamos, nos leemos en el próximo capítulo de Orígenes. ¡Hasta la próxima!